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Escribir sobre esto es algo delicado y quizás debería evitarlo, pero son muchas las personas que me preguntan a diario. cómo pueden saber si son autistas y dónde pueden ir para que les hagan el diagnóstico de autismo.

Así que, en base a mi experiencia personal y lo que he aprendido estos 3 años,  diría que…

¿Cómo puedo saber si soy autista?
Entiendo que cuando una persona me pregunta esto es porque ya ha leído o escuchado a alguna persona autista, o a varias, con la que se puede haber sentido identificada. O porque han diagnosticado a un familiar cercano. Y lo que necesita es confirmar el diagnóstico, descartarlo o comprender el porqué de algunos de sus características aunque no llegue a criterios diagnósticos.

¿Dónde puedo ir para que me hagan el diagnóstico
Responder a esto es una gran responsabilidad.
Siempre recomiendo buscar una entidad, o profesional, especializada en autismo y, sobre todo, con experiencia en el diagnóstico de personas adultas. Y, muy importante, con referencias de otras personas que hayan sido diagnosticadas allí.
Quien me pregunta posiblemente ya sepa esto y necesita encontrar esos sitios.

¿A qué sitios no confiaría mi diagnóstico?

  • A centros donde ofrecen diagnósticos que se realizan con pocas horas / días.
  • A profesionales que no tengan experiencia en el diagnóstico de perfiles similares al mío.
  • Donde no sean capaces de comprender y/o no se tomen en serio la complejidad de este tipo de diagnóstico.

A veces me da miedo que, como en todo, aparezcan oportunistas buscando hacer negocio con algo tan delicado.

¿Todas las personas que tienen sospechas de ser autista, lo son?
No, no creo. Y por esto opino que es muy importante que en el proceso se incluya un diagnóstico diferencial.
Aunque también opino que cuando nos ponemos a investigar, muchas veces lo vemos clarísimo y estoy segura de que las probabilidades de que sea que sí, son muy altas.
Pero, insisto, es importante que ese diagnóstico, etiqueta, o como le quiera llamar cada uno, sea correcto para poder tener las respuestas que cada persona necesita  y  pueda tener un acompañamiento post diagnóstico adecuado.

¿Y si me dicen que no soy autista?
Pues creo que lo ideal sería que ese “no” fuera acompañado de una orientación hacia lo que sí podría ser. Lo que no se debería hacer, y se hace, es decirle que no a alguien y no darle otras orientaciones. Porque cuando alguien está buscando respuestas es porque hay “algo” a lo que necesita ponerle nombre; y, además, lo más seguro es que esa persona lleve una mochila que ya pesa demasiado. Un “no” sin nada más, puede ser doloroso y peligroso.

No se le puede dar la espalda a alguien que está pidiendo ayuda.

Cosas que suelen dificultar la obtención del diagnóstico.

  • Pocos recursos en la sanidad pública para atender a toda la demanda.
  • Profesionales no formados ni actualizados que son un obstáculo para llegar a quienes sí podrían hacer la detección.
  • Coste no asumible para muchas personas, al tener que recurrir a asociaciones, fundaciones y/o profesionales privados que cubren el abandono de la sanidad pública.

Tener un diagnóstico correcto y a tiempo es un derecho que se está negando a muchas personas. Y punto.

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