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Hoy paso por aquí para hablar sobre Lucía y el infinito: mi segundo libro y primera novela. 

¿Una novela?
Pues sí, dicen que es una novela 😉 pero a mí me gusta mucho la definición de “una historia ficcionada que nos ayuda a entender el día a día de una persona autista, basada en la experiencia de la propia autora y en su profundo conocimiento de esta realidad”.Así lo describieron en la editorial y me sentí muy feliz al leerlo porque no puede estar mejor explicado.
Pasar de la autobiografía a la ficción me ha permitido adentrarme en temas de los que no hablo en primera persona, así como acercarme a otras realidades del espectro autista que creo que deben ser visibilizadas.

¿Lucía es Sara?
Quien me conoce, enseguida ha reconocido muchas cosas de mí en Lucía. De hecho, dicen que “la protagonista es un álter ego de la autora” y no seré yo quien lleve la contraria en esta afirmación ;-). Pero esto no significa que las vivencias de Lucía sean cosas que me hayan incurrido a mí. ¡Aquí es donde entra la creatividad y eso a lo que llaman ficción!

¿Quién es Noa? 
Noa, la sobrina de la protagonista, también autista, tiene un papel muy importante en esta historia. ¿Cabe la posibilidad de que Noa represente la niña que Lucía no pudo ser? Quizá sí, o quizá no. Para alguna lectora (o lector, por supuesto) lo será y para otras, no.

¡Las presidentas!
Ellas son esas personas tan necesarias que Lucía tiene la suerte de tener a su lado tras, por fin, descubrir ese sentido de pertenencia que tanto anhelaba y por fin encontró con ellas.
Las conversaciones en su chat de WhatsApp, sus encuentros entre copas, sus momentos de sonoridad… Con ellas aparecen grandes y tronchantes momentazos. 
Aquí va un fragmento del propio libro para definir quiénes son: 
«Isabela y Sofía son mucho más que mis amigas. Son mis salvavidas. Nos conocimos hace un par de años en un grupo de apoyo tras obtener el diagnóstico de autismo. Conectamos enseguida y no tardamos ni dos sesiones en crear el grupo de WhatsApp de «Miss presidentas». El nombre surgió de la necesidad de empoderamiento urgente que teníamos en un momento tan convulso, con tantos cambios, con tanta información que intentábamos asimilar y procesar después de tantos años de incertidumbre. Es una manera de recordarnos que somos las presidentas de nuestras vidas, las putas amas. Y cuando a una se le olvida, siempre estarán las otras para recordárselo».

¿Se me ha visto el activismo, digo el plumero?
No voy a engañar a nadie y digo un . Entre las diferentes conversaciones con varios de los personajes, aparece la reivindicación de derechos, por supuesto. Y está presente también el descontento con los sistemas educativos y de salud a los que nos enfrentamos a diario, por supuesto. Pero ojo, también está muy presente la gratitud por aquellos que acompañan desde el la escucha y el respeto.
Y también salen temas como el suicidio, tan necesarios como delicados. He intentado tratarlo sin profundizar, para no abrir heridas, pero dando datos que no dejen indiferente a quien desconoce lo que viven las personas autistas en su día a día y su sentir más profundo. 

Aquí va un pequeño fragmento; 
«Me enfado conmigo porque me siento una persona muy frívola con respecto al suicidio. Pero cuando pienso un poco, el enfado se vuelve tristeza. En realidad, no soy frívola, sino una persona herida, con mucho dolor acumulado, que, durante décadas, vio en el suicidio la mejor salida para dejar de sufrir con ese agotamiento tan extremo que me suponía vivir. Tengo que reconocer que el día que hablamos del suicidio en el grupo de apoyo de la asociación, encontré consuelo. Mejor dicho, me sentí menos sola al tomar consciencia de que no era la única que llevaba desde siempre viviendo con el suicidio como una opción igual de válida que seguir viviendo. Cuando busqué información sobre este asunto, se me pusieron los pelos de punta. Comparados con la población no autista, los porcentajes son altísimos. Es algo tristemente alarmante».

¿Esta vez no se habla de temas sensoriales?
¡La duda ofende! Por supuesto que salen y mucho. Así como propuestas de mejora para algunas situaciones cotidianas. 
Sólo hace falta empezar a leerlo y experimentar un viaje sensorialmente terrible en transporte público. Y para muestra… ¡Otro fragmento!
«Por lo menos me he podido sentar en un sitio aparentemente tranquilo, lejos de unos chavales que estaban viendo vídeos de TikTok. Hoy no llevaba los auriculares que tienen opción de cancelación de ruido —está claro que tampoco he pensado en mis oídos esta mañana— y, a pesar de intentar centrarme en la música de mis auriculares, mi cerebro ha decidido ignorar lo que yo quería y ha optado por el sonido de los vídeos y sus jóvenes y enérgicos comentaristas. Casi colapso allí en medio. No puedo con la frecuencia del sonido que sale del altavoz de los teléfonos. Es tremendamente irritante, aunque el volumen no esté muy alto. Mi cerebro pone el foco ahí y ese sonido estridente se me mete en la cabeza. Siempre me han dicho que soy una exagerada por esas cosas, así que me callo, me contengo y me jodo. Eso sí, voy con la ansiedad a punto de brotar en cualquier momento en forma de ira desbocada. Por suerte han sido solo un par de paradas y los chavales se han bajado.
Cuando parecía que todo iba mejor… ¡Ay, no! Me ha llegado un olor muy fuerte del sándwich que se estaba comiendo una chica tres filas más adelante. Menos mal que llevaba un pañuelo con olor a mi detergente favorito en el bolso y me he podido cubrir la nariz disimuladamente mientras toqueteaba el cable de los auriculares con la otra mano para intentar apaciguar el malestar que sentía».

¡¿Y qué más?!
Pues creo que por hoy ya me he pasado con todo lo que he explicado pero en Lucía y el infinito, sin pensarlo mucho y olvidándome seguro de cosas importantes, se habla, también, del mundo laboral (eso mucho mucho je, je), relaciones de pareja y citas (uhhh salseo a tutiplén), soledad no deseada, las distintas relaciones con la família y sus consecuencias, trauma,… ¡De todo lo que nos pasa en nuestro día a día! 

¿Hace llorar? 
Sobre todo de la risa. Eso dicen y me encanta que así sea. Pero… no descarto alguna lagrimita en algunos momentos 😉 

¿Se puede aprender sobre autismo?
Sin duda, sí. Se cuelan muchas definiciones o explicaciones “sin querer” entre conversaciones y pensamientos. 

Algunas personas que ya lo han leído han coincidido al comentarme que con este libro han entendido mejor el día a día de una persona autista.  

¿Dónde puedo comprarlo?
En tu librería favorita. Es importante apoyar a las librerías. 

También en:

¡Me encanta cuando me contáis qué os ha parecido! 

Gracias por acompañarme ahora y siempre en este camino.

1 Comments

  • CIEE NONTON BOKEP YA
    Posted 20 marzo 2025 at 11:37 am

    Website Bokep, bokep kontol kontol kuda

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