Sigo con mis reflexiones…
Creo que algunas personas (¿quizás a todas?) serían más felices si vivieran con más literalidad y menos imaginación no productiva.
Insisto en lo importante que es saber ver capacidades, y no discapacidades, en la diversidad.
Olvidarnos de las etiquetas, de los prejuicios y de los tópicos (#neurotópicos).
Ser capaces de entender que siempre siempre siempre podemos aprender de, y con, otras personas, con o sin discapacidad, es lo que nos falta para empezar a convivir y dejar de hablar de inclusión.
